“Lumbalgia en corredores y ciclistas: diferenciar dolor muscular de lesión y cuándo acudir al especialista”
“Lumbalgia en corredores y ciclistas: diferenciar dolor muscular de lesión y cuándo acudir al especialista”
Lumbalgia en corredores y ciclistas: ¿dolor muscular o lesión?
1. ¿Qué es la lumbalgia y su prevalencia?
La lumbalgia –o dolor lumbar– es una molestia localizada entre la parte baja de las costillas y los glúteos. Es uno de los principales motivos de consulta médica, y cerca del 80 % de la población la experimentará al menos una vez en la vida .
2. Dolor muscular “normal” vs lesión
Dolor muscular o distensión (lesión de tejidos blandos)
- Proviene de sobrecarga o microlesiones en músculos, tendones o ligamentos que sostienen la columna lumbar .
- Es común en entrenamientos intensos sin calentamiento adecuado o con técnica deficiente .
- Suelen aliviarse en 1–2 semanas, con reposo relativo, estiramiento y cuidados básicos .
Posibles lesiones más graves
- Fracturas por estrés: comunes en runners; dolor persistente, irradiación, requiere pruebas como resonancia .
- Hernia discal: dolor intenso que baja hacia piernas, con hormigueo o debilidad; requiere evaluación médica .
- Causas avanzadas: espondilolistesis, espondilosis, dolor referido desde otros órganos o procesos graves como infecciones o tumores .
3. ¿Cuándo acudir al especialista?
Consulta con un médico si:
- El dolor dura más de unas pocas semanas, especialmente sin mejoría .
- Es intenso, no mejora con descanso o se irradia hacia piernas, especialmente más allá de la rodilla .
- Hay debilidad, hormigueo o adormecimiento en las piernas .
- El dolor surgió después de un traumatismo o caída .
- Se acompaña de síntomas graves como fiebre o problemas en control de esfínteres .
4. Factores comunes en corredores y ciclistas
Corredores
- A 80 % de los corredores les dolerá la espalda alguna vez; entre 5–6 % lo hará cada año .
- Las causas suelen ser distensiones musculares por técnica deficiente o falta de fuerza en core y glúteos .
- La postura al correr (ej. apoyar con el talón en vez de antepié) puede incrementar la carga lumbar .
Ciclistas
- La postura en flexión prolongada genera tensión lumbar, especialmente con ajustes incorrectos de la bici .
- Falta de movilidad pélvica, debilidad del core o glúteos y mala ergonomía del montaje influyen negativamente .
5. ¿Qué hacer y cómo prevenir?
Primeros auxilios y manejo inicial:
- Reposo activo: moverse suavemente, caminar, estiramientos suaves .
- Antiinflamatorios (p.ej. ibuprofeno) y relajantes musculares si es necesario y bajo orientación médica .
Prevención a largo plazo:
- Fortalecimiento del core y glúteos para dar soporte y estabilidad .
- Mejorar técnica: correr con mejor biomecánica y ajustar la bici correctamente .
- Incorporar fisioterapia funcional: control motor, movilidad pélvica, ajustes posturales .
Importancia del ejercicio y prevención
- Aunque solo el 10 % de los tratamientos no invasivos muestran eficacia clara, los antiinflamatorios alivian el dolor agudo y el ejercicio es útil para casos crónicos .
- La prevención (postura, fuerza, higiene lumbo-vertebral) es clave para evitar recurrencias y mejorar calidad de vida .
Resumen
Aspecto | Dolor muscular (común) | Lesión grave (menos frecuente) |
---|---|---|
Origen | Sobrecarga, microdistensión, técnica pobre | Fracturas por estrés, hernia discal, causas graves |
Síntomas | Dolor difuso, mejora con reposo / en 1–2 semanas | Dolor persistente, irradiación, debilidad, sin alivio |
Acción inicial | Reposo activo, estiramientos, antiinflamatorios | Evaluación médica urgente, estudios por imágenes |
Prevención | Core y glúteos fuertes, técnica adecuada, biomecánica | Tratamiento específico, prevención personalizada |
Perfecto, te paso las señales de alarma (“red flags”) en la lumbalgia que indican que el corredor o ciclista debe acudir con el traumatólogo u ortopedista:
🚨 Señales de alarma en la lumbalgia
Que no cede con reposo o analgésicos simples.
2. Dolor irradiadi (Se extiende a glúteos, piernas o pies)
3. Alteraciones neurológicas
Hormigueo, adormecimiento, debilidad muscular o pérdida de fuerza en extremidades.
4. Pérdida de control de esfínteres
Dificultad para controlar orina o evacuaciones.
5. Fiebre, escalofríos o pérdida de peso inexplicada
Sugieren infección o proceso sistémico.
6. Antecedente de traumatismo
Caídas, accidentes o golpes directos en columna.
7. Dolor nocturno que despierta al paciente
O que empeora en reposo.
8. Rigidez matutina prolongada (>30 minutos)
Puede relacionarse con enfermedades inflamatorias.
9. Historia de cáncer, osteoporosis o uso prolongado de esteroides
Riesgo de fractura o metástasis.
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