Reemplazo Unicompartimental vs. Artroplastia Total de Rodilla
¿Cuál es la mejor opción para cada paciente?
El dolor y la limitación funcional en la rodilla por artrosis u otras lesiones degenerativas son motivos frecuentes de consulta en traumatología. Entre las opciones quirúrgicas para recuperar la movilidad y mejorar la calidad de vida, destacan dos procedimientos: el reemplazo unicompartimental (parcial) y la artroplastia total de rodilla.
1. Reemplazo Unicompartimental de Rodilla
También conocido como “prótesis parcial de rodilla”, consiste en sustituir únicamente el compartimento afectado (medial o lateral) conservando el resto de las estructuras sanas de la articulación.
Indicaciones principales:
Artrosis localizada en un solo compartimento.
Ligamentos cruzados íntegros (especialmente el LCA).
Pacientes con buen alineamiento de la rodilla y sin deformidades severas.
Dolor y limitación funcional que no mejoran con tratamiento conservador.
Ventajas:
Cirugía menos invasiva.
Recuperación más rápida.
Mayor preservación del hueso y movilidad más natural.
Limitaciones:
No es útil si hay afectación de varios compartimentos.
Puede requerir conversión a prótesis total en el futuro.
2. Artroplastia Total de Rodilla
Es el reemplazo completo de las superficies articulares dañadas por componentes protésicos que sustituyen el fémur, la tibia y, en ocasiones, la rótula.
Indicaciones principales:
Artrosis avanzada que afecta a más de un compartimento.
Artritis reumatoide u otras enfermedades inflamatorias.
Deformidades severas o inestabilidad de rodilla.
Dolor intenso y limitación funcional significativa sin respuesta a tratamientos previos.
Ventajas:
Alivia el dolor en la mayoría de los casos.
Corrige deformidades y mejora la alineación.
Alta tasa de satisfacción a largo plazo.
Limitaciones:
Recuperación más prolongada que la parcial.
Posibilidad de desgaste o aflojamiento protésico con el tiempo.
3. Evolución Postoperatoria y Recuperación
Reemplazo unicompartimental:
Movilización temprana, incluso el mismo día o al día siguiente de la cirugía.
Rehabilitación más corta (4–6 semanas para actividades cotidianas).
Menor dolor postoperatorio.
Artroplastia total:
Rehabilitación más prolongada (8–12 semanas para actividades cotidianas).
Uso de bastón o andador durante las primeras semanas.
Mayor énfasis en la fisioterapia para recuperar fuerza y movilidad.
En ambos casos, el éxito depende en gran medida de:
Un diagnóstico preciso y una buena indicación quirúrgica.
Cumplimiento del plan de fisioterapia.
Control de peso y fortalecimiento muscular previo y posterior a la cirugía.
Conclusión
No existe una solución única para todos los pacientes. El reemplazo unicompartimental es ideal para casos localizados, con recuperación más rápida y menor agresión quirúrgica, mientras que la artroplastia total es la mejor opción para artrosis avanzadas o deformidades importantes.
La evaluación personalizada por un traumatólogo especializado es clave para elegir la técnica que ofrezca mayor funcionalidad, durabilidad y calidad de vida.
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