La artrosis de rodilla (gonartrosis)
La con artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa de la articulación que afecta principalmente al cartílago, pero también al hueso subcondral, membrana sinovial, ligamentos y músculos periarticulares. Es una causa común de dolor y discapacidad, especialmente en adultos mayores.
🧠 ¿Qué sabemos con evidencia científica sobre el tratamiento no quirúrgico?
Las guías clínicas internacionales (OARSI 2023, ACR 2020, EULAR 2019) recomiendan un enfoque escalonado, multimodal y centrado en el paciente, priorizando el tratamiento no quirúrgico antes de considerar una intervención quirúrgica. A continuación se detallan las opciones no quirúrgicas con respaldo científico, clasificadas por grado de recomendación y evidencia:
1. 🏃♂️ Ejercicio y fisioterapia
Evidencia: Alta
Eficacia: Reducción del dolor, mejora de la función y retraso en la progresión de la enfermedad.
Tipos: Ejercicios de fortalecimiento (especialmente del cuádriceps), aeróbicos de bajo impacto (caminar, bicicleta), y ejercicios acuáticos.
Comentario clínico: El ejercicio estructurado es el pilar del tratamiento. Mejora incluso en pacientes con artrosis avanzada.
2. ⚖️ Pérdida de peso
Evidencia: Alta
Eficacia: Por cada 5 kg de pérdida, se reduce un 50% el riesgo de progresión de la artrosis.
Comentario clínico: Combinado con ejercicio, tiene mayor impacto. La obesidad también favorece la inflamación sistémica.
3. 💊 Analgésicos orales
Paracetamol: eficacia limitada, pero puede usarse como primera línea en casos leves.
AINES (ibuprofeno, naproxeno, celecoxib):
Evidencia: Alta
Eficacia: Buena en control del dolor.
Limitaciones: Riesgos gastrointestinales, renales y cardiovasculares en uso prolongado.
Duloxetina (antidepresivo dual): útil en pacientes con componente neuropático o dolor crónico.
4. 🧴 Terapias tópicas
AINES tópicos (diclofenaco en gel):
Evidencia: Moderada a alta.
Ventaja: Menor riesgo sistémico.
Ideal en adultos mayores o polimedicados.
5. 💉 Infiltraciones intraarticulares
Corticoides:
Evidencia: Moderada.
Eficacia: Alivio del dolor durante 4-6 semanas.
Uso recomendado: Brotes de dolor agudo o sinovitis.
Ácido hialurónico:
Evidencia: Variable.
Eficacia: Mejora leve a moderada del dolor en algunos pacientes.
Comentario: No todos los pacientes responden; los estudios muestran resultados mixtos.
Plasma Rico en Plaquetas (PRP):
Evidencia: En crecimiento.
Eficacia: Beneficio moderado a largo plazo en dolor y función.
Comentario: A mayor número de infiltraciones (2–3), mejores resultados sostenidos.
6. 🌿 Suplementos nutracéuticos
Glucosamina y condroitina:
Evidencia: Controvertida. Algunos estudios muestran efecto similar a placebo, otros una mejora leve.
Comentario: No recomendados como tratamiento único. Pueden considerarse si el paciente ya los usa con beneficio subjetivo.
7. 🦶 Ortesis y ayudas técnicas
Plantillas correctoras, rodilleras descargadoras:
Evidencia: Limitada.
Beneficio: Casos seleccionados con genu varo o valgo marcado.
Bastones y andadores: útiles para reducir carga en fases avanzadas.
8. 🧠 Educación y terapia conductual
Evidencia: Alta.
Objetivo: Adherencia al tratamiento, reducción del catastrofismo, manejo del dolor crónico.
Incluye: Programas de autocuidado, coaching en salud, terapia cognitivo-conductual.
🔬 Conclusión
El tratamiento no quirúrgico de la artrosis de rodilla es efectivo y respaldado por fuerte evidencia científica, especialmente cuando se implementa de manera multimodal e individualizada. Las terapias más eficaces combinan:
Ejercicio estructurado
Control del peso
Manejo farmacológico prudente
Educación activa del paciente
La cirugía (artroplastia) debe considerarse solo cuando han fallado estas estrategias y el dolor y la discapacidad afectan significativamente la calidad de vida.
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